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Él siempre decía que la muerte era algo inevitable, cuenta Cibeles, pero en la certeza también le temía. Cuando moría algún amigo, por ejemplo, él se encerraba y atrancaba las puertas, buscando esconderse della. Pero hoy que la muerte le vino a su padre, recuerda, es mejor sonar el dolor evocando su Martiniana: Niña, cuando yo muera, no llores sobre mi tumba, canta sones alegres, mamá, cántame La Sandunga..
Andrés Henestrosa
(Ixhuatán, Oaxaca, 1906 - Ciudad de México, 2008)
Pues esto es un pequeño homenaje a este señor, quien me dejó Los hombres que dispersó la danza, y a quien, por cierto, le servía limonadas en el extinto Marqués, el restaurant de mi padre. Yo se las daba con agua natural, pensando un poco que el gas de la mineral le provocaba eruptos a los ancianos (porque yo tenía cosa de 12 y él siempre fue anciano). El caso es que a la tercera se me explotó, el muy viejito, y dejé de servirle sus limonadas..
8 Comments:
Un bello texto con las suficiente ironìa para entender la expresiòn de este ilustre señor. Abrazos.
sabía que por estos rumbos de lumbre.culebra iba a encontrar algo más que un "pequeño homenaje".. saludos y muuuy feliz año Don Tristán Estar :)
Otro más que se nos va. Y del que nos toca hablar. Y, hablando de anécdotas personales, cuenta mi papá que fue alumno del viejito en la Nacional Preparatoria por allá de los 70... Y sí, también don Henstrosa ya era anciano en ese antonces.
Gusto verlo, aunque fuera en condiciones fúnebres.
Besos.
Gran homenaje...
Saludos señor Tristan.
ese mi trsitán, leí que Don Andrés se quiso morir siempre en un año "capicúa" no sé si así se escribe, me podrías explicar que es eso
un barzo hermano
Salud por el míster ésete, pues, y un beso pa usted, camarada Cordero ;)
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Mi BOB, dícese por capicua a esa palabra que se lee igual de ida que vuelta, ja. Es decir, el asunto ése de "Anita lava la tina". Tons un año capicua, en realidad, fue el 2002, y el próximo pues es el 2112, que para llegar a él pues todavía le cuelga. Pero pues aquí, la onda de capicúa no es por el año, precisamente, sino más bien por la edad de Mr. Andrés: 101 añitos cumplidos, pues. Abrazos y te veo en febrero ;)
Me encantó la ternura de tus palabras.
Lindo post.
Gracias.
;)
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