Bueno, la onda era sí. El gordito simpático de Carstens (next secretario de Hacienda con Fecal/Felipe Calderón), comentó que un libro era un zapato, en relación a que un libro, a su parecer, no es "producto" suceptible a excepciones fiscales y mercantiles de ningún tipo... Me platicaba Ruy Sánchez (Alberto), que en alguna ocasión un rey francés instituyó una especie de canasta básica con tres productos: el vino, el pan y el libro de bolsillo, quedando el precedente de que un libro no es cualquier producto para las mentes sensibles... Y bueno, eso me gustó y cuadra a la perfección con el debate en México de la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, que tienen como columna vertebral el precio único, o fijo (que se aplica, por ejemplo, en España, y que ha logrado impulsar los sectores editorial y librero). El precio único de cada título lo fijan los editores, y debe respetarse tanto en las grandes cadenas como en las pequeñas librerías de barrio... El caso es que el presi Fox vetó la ley porque dicha medida, según su cerebro, atenta contra el libre mercado y bla bla bla, y en términos generales es cierto si tomamos en cuenta que el libro es un zapato, como dice Mr. Carstens, mente brillante del FMI. Y ése es el punto, ¿un libro es un zapato? Claro, por eso este país también es la ruina.
Punto número uno: No creo que les convenga mucho a los miembros de nuestra distinguida aristocracia política que el país lea, por lo que no dejanrán pasar este ley.
Punto número dos: Si no han aplicado el rpecio fijo a las medicinas, que son indispensables para la mayoría de la población (sin demeritar la importancia de las letras) menos les va a interesar promover una ley que promueva la lectura
Punto número tres: ¿A poco Fox sabe lo que es un libro?
Del punto 1: Más vale que se vayan dando cuenta, porque las revoluciones se hacen primero con el hambre y después con los libros. Y digo que más vale, porque si yo fuera uno ellos, primero estudiaría al enemigo (el libro) para atacarlo después certeramente, matarlo para siempre. Pero esta negación a la Ley los deja mal parados: supongo que creen, los pobres (las pobres clases política y económica, quiero decir), que no pasar la Ley es suficiente... (Entrado en el tema que propones, he de decir que sólo lo supongo)
Del punto 2: N´hombre, imágínate. La medicina es industria que no puede compararse con la editorial. Qué va del valor económico y comercial de una patente a un pinche derecho de autor, chales, pinche mundo en el hoyo, compadre Bob, hay que llorar... Más fácil que salga la Ley del Libro.
Del punto 3: Seguro sí, un mero adornito fufurufu en la sala de su rancho, como un pequeño Gatsby... Qué raro, tendrá Fox en su rancho un libro? No mamar, estaría chido enterarse.
Bueno, jaja, pequeña actualización al 2008. La ley pasó!!!! Ora a corregir el pedo ése de los fletes para los libreros en la frontera. Jaja. Carajos que esto nunca termina???
6 Comments:
Para caminar por este mundo, sin pausa y sin prisa. Abrazos.
y que hace que puedas andar muchas aventuras. Saludos
Bueno, la onda era sí. El gordito simpático de Carstens (next secretario de Hacienda con Fecal/Felipe Calderón), comentó que un libro era un zapato, en relación a que un libro, a su parecer, no es "producto" suceptible a excepciones fiscales y mercantiles de ningún tipo... Me platicaba Ruy Sánchez (Alberto), que en alguna ocasión un rey francés instituyó una especie de canasta básica con tres productos: el vino, el pan y el libro de bolsillo, quedando el precedente de que un libro no es cualquier producto para las mentes sensibles... Y bueno, eso me gustó y cuadra a la perfección con el debate en México de la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, que tienen como columna vertebral el precio único, o fijo (que se aplica, por ejemplo, en España, y que ha logrado impulsar los sectores editorial y librero). El precio único de cada título lo fijan los editores, y debe respetarse tanto en las grandes cadenas como en las pequeñas librerías de barrio... El caso es que el presi Fox vetó la ley porque dicha medida, según su cerebro, atenta contra el libre mercado y bla bla bla, y en términos generales es cierto si tomamos en cuenta que el libro es un zapato, como dice Mr. Carstens, mente brillante del FMI. Y ése es el punto, ¿un libro es un zapato? Claro, por eso este país también es la ruina.
Punto número uno: No creo que les convenga mucho a los miembros de nuestra distinguida aristocracia política que el país lea, por lo que no dejanrán pasar este ley.
Punto número dos: Si no han aplicado el rpecio fijo a las medicinas, que son indispensables para la mayoría de la población (sin demeritar la importancia de las letras) menos les va a interesar promover una ley que promueva la lectura
Punto número tres: ¿A poco Fox sabe lo que es un libro?
Del punto 1: Más vale que se vayan dando cuenta, porque las revoluciones se hacen primero con el hambre y después con los libros. Y digo que más vale, porque si yo fuera uno ellos, primero estudiaría al enemigo (el libro) para atacarlo después certeramente, matarlo para siempre. Pero esta negación a la Ley los deja mal parados: supongo que creen, los pobres (las pobres clases política y económica, quiero decir), que no pasar la Ley es suficiente... (Entrado en el tema que propones, he de decir que sólo lo supongo)
Del punto 2: N´hombre, imágínate. La medicina es industria que no puede compararse con la editorial. Qué va del valor económico y comercial de una patente a un pinche derecho de autor, chales, pinche mundo en el hoyo, compadre Bob, hay que llorar... Más fácil que salga la Ley del Libro.
Del punto 3: Seguro sí, un mero adornito fufurufu en la sala de su rancho, como un pequeño Gatsby... Qué raro, tendrá Fox en su rancho un libro? No mamar, estaría chido enterarse.
Bueno, jaja, pequeña actualización al 2008. La ley pasó!!!! Ora a corregir el pedo ése de los fletes para los libreros en la frontera. Jaja. Carajos que esto nunca termina???
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