21.6.05

Uno del otro

Despiertan de los brazos
como siempre
acariciando
el miedo
Es la espera del destierro irreversible
uno del otro
Es destino
volverse
desearse suerte
Es Van Eyck al fondo del matrimonio Arnolfini
uno del otro

De La especie está mutando


13 Comments:

Blogger Silencio said...

Diablos me recuerda el sabado en la mañana, entre despertar y salir corriendo de su casa...

El destierro irreversible

No me quedo más que esperar
Buscando sus brazos
recorriendo su espalda
escuchando su pulso

El sol se cuela por la ventana
me recuerda que debo irme
para no enfrentarnos
y recordar el miedo que nos da amarnos

Somos dos enemigos en constante pelea

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Ah pues gracias por la inspiración en la obsesión de la semana

junio 21, 2005 5:51 a.m.  
Blogger Fatal Espejo said...

Hola, Tristán. Me gusta el texto, como la imagen. ¿Tienes ya un libro completo, está publicado?

Aprovecho para enviarte invitación a nuevo sitio experimental: http://albertochimal.blogsome.com. Muchos saludos.

junio 21, 2005 10:31 a.m.  
Blogger rizomantra said...

en los brazos crecieron hilos
(de uno al otro
del otro a ninguno)
que cuando los fueron destejiendo
(el uno al otro el otro a ella)
desvaneciò la sombra (de uno y otro)
y su desierto grito
en silencio
(sin uno, sin otro)...

cheers mate!

junio 21, 2005 11:50 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Sin el uno no existe el otro
paradoja conjugativa del yo
unidos por ramificaciones existenciales
iremos por la vida siendo uno del otro.

junio 21, 2005 3:54 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Vaya elección¡¡¡¡¡ me encanta ese autor, y ese cuadro en concreto siempre me ha dejado exhausto, tiene algo de misterio,algo inhaprensible. Genial

junio 21, 2005 5:05 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Uno con otro, y uno en otro, y uno por otro, y el enredo de lo junto.
Muy bueno!

junio 21, 2005 6:51 p.m.  
Blogger Tristán said...

Shinigami,

qué crees? Igualito me pasó, y entonces salió el poema... Lo malo es que ahora no nos queda otra que soportarnos la presencia, uno del otro.

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Alberto,

ya he estado en tu ánima. Realmente sé que va a estar bueno... Y sí, publiqué en el 2003 "Tierra Amniótica", poesía, pero lo hice no en una editorial en forma, sino en "Ediciones de Sitio", un concepto (conceptoide, mejor dicho) que yo mismo inventé y que lo rolé en Oaxaca. Una "editorial" que da mucha risa. Pretende publicar hasta el recetario de cocina de mi abuela, jaja. Pero bueno, ya prometí llevar "Tierra amniótica" a una editora seria y haber si tiene suerte. Si gustas leerlo con muchísimo gusto te lo rolo vía mail.

Saludos.

---

Schizosomatic,

tu comment es un poema, eh?

---

Aquel Eric,

sí, la gran paradoja es que siempre estaremos, aunque ni queramos.

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Niño,

cuando vi por primera vez El Matrimonio Arnulfini, en la soledad de mi casa, hojeando un libro de pintura flamenca, encontré en el cuadro algo que me llamaba la atención, pero nunca, hasta después, supe que fue... Los modelos me eran en aquel entonces algo grotescos en su exquisitez. Demasiado exquisitos para encontrarlos estéticos. Pero la expresión del Sr. Alnulfini me había dejado un poco desconcertado... Cuando descubrí por medio de mi maestro, Cuauhtémoc Merino (un gran mezcalósofo de Oaxaca) esa especie de autoretrato de Van Eyck, al fondo, en el espejo, vino a darme la respuesta del porqué ese cuadro había estado, hasta ese momento, inconcluso para mí, y por qué volvía y volvía a mirarlo y no acababa de terminarlo... Pequé de poco observador... Cuando descubrí el reflejo en el espejo, pues, y los detalles en los ojos del perrito, fue como si Van Eick en ese momento hubiera dado para mí la última pincelada.

El Matrimonio Arnulfini es el cuadro que me enseñó a ser observador, inspector. Por eso la tarde en que encontré un monumento dedicado a él en Ütrecht le dediqué un par horas de charla. Creo me habrán tachado de loco, pero no importó. No fueron tan observadores como para saber que a Van Eyck se le va a ver de la misma que forma que se va a Holanda a conocer a un CoffeShop.

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Noemí,

aunque uno esté muy muy separado del otro, muy distante, hay una dimensión paralela en donde las distancias se acortan y nos encontramos de plano como un muégano.

junio 21, 2005 8:04 p.m.  
Blogger flectere said...

Algo que a mí me llama la atención en este cuadro es esa misteriosa presencia de un gato-perro-o-no-sé-qué... Un ente extraño en una atmósfera aún más extraña.

junio 22, 2005 3:30 p.m.  
Blogger Tristán said...

Es un perro, Flectere. Y el reflejo en sus ojos es interesante. Ojalá puedas hacer grande la imagen y observarlo mejor.

junio 22, 2005 4:46 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Creo que esta pintura tránsmite demasiadas cosas, si bien como dices la espera del destierro irreversible también la espera de estar esperando. O simplemente la espera..

Es un poco escalofriante el hecho de la presencia del pintor lo cual hace interesante la pintura.
Esta obra yo también la vi hace muchos años cuando iba en la preparatoria y creo que hasta la fecha no dejo de encontrarla maravillosa.

Uno, viendo a los otros que ven al otro y el perro enfrente de cada uno de los otros.

Besos sabor limón.

Srita. Limón

junio 23, 2005 4:27 p.m.  
Blogger Tristán said...

Limón de las nieves de La Soledad, en Oaxa, si no nel.

junio 23, 2005 4:48 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

De esas nieves serán.

Srita. Limón

junio 23, 2005 5:26 p.m.  
Blogger Tristán said...

Tá bueno.

junio 23, 2005 5:54 p.m.  

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