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Hay tantas cosas que nos sobran por dentro. Por ejemplo, no sé para qué sirve un cerebelo, si apenas uso el meridiano Greenwich del cerebro. Ni qué decir del moco y de la grasa. Por mi parte, entonces, veré la forma de crearme más vacíos. Quizá logre con ello, por lo menos, andar la vida en ligero. Quizá la música quede, adentro, más tiempo. Quizá me entren más flores. Quizá me despido y despego del suelo..
De Textos sin casa
posted by Tristán at 23:20
13 Comments:
Quizá, de igual manera, nos quepan más sueños. Más deseos. Pero también más dolor que no se sepa acomodar en otro lado.
Por cierto, que por fuera también nos sobran cosas. Por ejemplo, un día una comadre y yo nos preguntábamos, ¿para qué sirven las uñas de los pies?
Jeje, pues la verdad que pa nada. Pero a ver quíteselas???
Pero más absurdas son las cejas.
Del cerebelo ni idea, pero con el moco se pueden realizar tareas varias, desde ensartar a un profe en el ojo izquierdo hasta jugar campeonatos de larga distancia. Y con la grasa, guardarla, no sea que el invierno nos agarre desprevenidos. Abrazos con músicas y flores.
Ay Don Fernando me hizo reir, pues mira, yo creo que ya he formado vacíos, porque a veces me elevo como un globo de cantoya y otras, ya ves como me acostumbre a flotar de una habitación a otra de la casa, es la ventaja de desasirse de las cosas.
Besos don Tristán, por favor si se eleva, mándeme señales de humo
me sobro, y la mayoría de las veces, me alegro.
jajaja =) buen texto! abrazos fraternales que sobran
Quiciera escribirte más profundo pero la verdad es que pensé que cabría mucho, mucho alcohol (y discos y libros).
(Ve, "Quiciera" con "c", hoy ando muy pendejo).
Bien por lo escrito. Está de pensarse.
Saludos mi buen Tristán.
me sobra el corazón!!!
alguien lo quiere?
Más bien al revés, señor. A veces para levantar el vuelo hace falta llenarse de cosas por dentro. De trasatlánticos, por ejemplo, en cuyo caso el moco es requetenecesario para que puedan navegar.
Le dejo besos cariñosos.
PD. Chidísimo su artículo en Replicante.
PPd. Aparézcase. Lo de Max Rojas estuvo muy rico.
Y el apendice y las amigdalas y en el caso de los hombres las glandulas mamarias...
me gusto eso del dolor que tambien sobra...
oiga señor yo a veces lo busco por estos rumbos entre cafe y cafe de poetas (que no hay muchos por ciertos) pero no encuentro su obra, y a veces me pregunto ¿algun dia tendre a mi alcance tal dicha?
Jaja, tiene usted razón don FER, como siempre. Un abrazo.
No se preocupe usted, SEÑORA MÍA, yo le aviso cuando me despegue del suelo, y si se porta bien hasta la llevo de paseo ;)
Claro que se sobra usted, TÍO, no cualquiera abarca semejante personalidad y coranzonsote ;) Le mando besos, pues.
Abrazos, querida OPPH, y plis, no crea que se me olvida la deuda :D
Ándele, mi buen XOCO, suena chido, suena chido, a ver cuándo, nomás... Oiga, por cierto, creo que usted andaba una vez por ahí de La Araña, no? En el cumple del Silencio, cierto o me equivoco.
Saludos, mi buen FRABRIKER.
Niño ZEZÉ, no lo ande regalando, si el corazón se va pues se va, pero no es cosa de regalarse...
LOQ, no me ande presumiendo lo del señor Max, eh? No sea cruel... Le mando chingo de besos.
Jaja, mi buen SERGE, y menos en los hermosos y retirados rumbos de Baja. Mejor le digo que ya viene uno new en camino y en cuanto llegue, se lo mando: "El árbol interregno", se llama el wey. Le mando un abrazo.
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