22.2.08

:
Ésas que se escuchan son pisadas sobre el musgo y la hojarasca. Es de noche y se abren paso entre la niebla fría. —La sangre sienta bien en este clima, reflexiona, y ahora le pesa no haberse detenido hace un kilómetro, cuando un árbol le llamó y sintió el impulso de abrazarle y escuchar sus ruidos. Pero sucede que no hay tiempo y GEM requiere remover la tierra en este instante en el que llega al cementerio. Se trata de un claro en el monte, imaginemos, donde se ha venido por años a enterrar las cosas muertas: discos 3 ½, por ejemplo, la ropa de un suicida, el cuerpo de una tía y hasta abortos clandestinos. GEM no es un enterrador precisamente. O es un enterrador pero primero lo contrario, pues él vino a profanar el sitio. Digamos que el oficio le indicó tomar el coche y dejar las luces citadinas con su mierda en el fondo del retro; tomar la carretera, largarse hasta la boca del monte, abandonar el carro y adentrarse. Ahora mismo entierra un pico en una tumba de la que han crecido hierbas y organismos que se arrastran. Luego es turno de las manos y rasca velozmente; incluso hay tonos de hambre en su mirada y ¿quién no llora? GEM llora la purga, la catarsis, el cuerpo se le estira y muerde el aire. Alguna madrugada, ahora recuerda, soñó dormir por largo rato en este claro y se volvió composta. Es por eso que se acuesta, boca arriba, los brazos extendidos y elige un punto entre las ramas. —La paz no es blanca ni anda en alas, ¿sabes? También es los frentes fríos, los pretéritos imperfectos de un verbo, una vieja con alzheimer, el cuerpo de Cristo en trocitos, Björk masturbándose en su tina y sobre todo un cementerio y alcanzar laxarse. De ese sitio GEM trajo sus entierros clandestinos, un frankeinstein al grano, íntegro, sin hambre de preguntas ni respuestas. —Shhh. Aquí no es, no fue ni nadie vive. El corazón pidió silencio, ¿no sentiste?
.
Y bueno, el caso es que dice GEM, alias Silence, que ya se acerca la presentación de sus Entierros clandestinos, así que por eso pongo esto que antes le escribí para el asunto éste del libro.

8.2.08

¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?
.
Jorge Luis Borges
Más Postes en Archives
Creative Commons License
Lumbre Culebra, bajo Creative Commons

BloGalaxia