5.7.08

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Digamos que nunca se está tan mal, que lo de siempre es azotarse, abrirse las tripas, echar el cuerpo en el parque y repartirse a los perros según como vengan. Pero la verdad es que nunca se está tan mal. Sólo pasa que hay cosas que dan en el punto y te ponen de mierda; simplemente te sientan, eso es. Aunque nada para estar tan mal. Digamos que siempre hay un radiantísimo helado de mango que nos viene a borrar la impotencia. La verdad es que así es. Nunca tan mal. Y queda entonces tomar por amiga a la triste cosa ésa de vivir desprendiéndose..
De La especie está mutando
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