27.8.05
25.8.05
Five o'clock Tea
En alguna tarde inglesa, a las five o'clock, alguien descubrió que desvirtuar la esencia de las hojas de té podía resultar sabroso. / Las primeras hojas de té, decían los asiáticos antiguos, se desprendieron de los párpados del dios Darhuma, mientras meditaba. Tomar té, en consecuencia, era un ritual con fines de meditación y autoconocimiento. / En aquella tarde inglesa la banalidad, o la ignorancia, o la soberbia, no sabemos, los llevó a tomárselo con leche. / Las vacas, aún en aquellos tiempos, y además, eran animales sagrados, entonces intocables, de la India.
*
La imagen pertenece al Museo Nacional de Tokio. Es un Darhuma (Era Kamakura) del Siglo XIV, de Issan Ichinei.
24.8.05
r í o
No me bajan de imbécil porque una vez vieron que te besaba y me daba risa. Es que tengo problemas de lenguaje y prefiero hablar con las cosas que ya existen:
..........Te beso y me río
..........con todos sus peces y sus piedras.
22.8.05
20.8.05
El barco sobrio
María Rivera
Estaba en eso de nombrarse, de salir por las ventanas, de hilvanar palabras, de arrancarse a trozos, desmembrarse. En fin que estaba en eso de salvarse y llegó así:
—Lo que tengo es esto— le dijo, y acostó en el aire un amasijo de versos con sus manos.
Le había puesto nombres imposibles al silencio, a los recuerdos tumultuosos, a la muerte, a los vivos, al amor y a las entrañas. Y de paso de su entraña nos vinieron pájaros. Creo que todos, casi todos, fueron alondras.
—¿Es posible un barco?— preguntó entonces.
Como vieron que los versos no cedieron, y pasó con sus palabras lo que a Juárez con el viento…
—Sí— le dijo —Te garantizo un barco.
Entonces el Ministro la llevó a la costa, junto al muelle. Se sentó en las rocas, señaló la línea al horizonte y aguardó.
Vino después un momento un poco incómodo, pero ni el Ministro ni el mar parecieron inmutarse. Ella rompió luego el silencio:
—¿Y bien? ¿Cuál es mi barco?
Y el Ministro dijo:
—¡¿Cómo?! ¿Todavía te atreves a pedirme un barco? Yo sólo, ante tu pregunta, garanticé.
“Tú ya traes un barco”.
Ella un poco se sonrojó. Y estaba en eso de subirse al barco cuando de pronto volvió hacia atrás. Tomó de la arena, con su mano izquierda, un caracol. Y lo que sí le exigió al Ministro fue un puñado de tierra.
—Esperaba me lo pidieras— le dijo, y le extendió toda por caber en su mano derecha.
( El caracol, para meter dentro el mar de su marido. / La tierra, para no volverse loca en el mar )
*
Y hasta aquí el cuento.
Pero agregaré que estaba en eso de trazar sus rutas sobre el mar, y yo la miraba. Es una poeta cuerda, pensaba, como pocas, poquísimas, en el mar. Y miren que las rutas tomadas son agua de locos. Pero ésa es también su definición.
Estábamos en eso de ponerle un nombre y porque así lo quiso le puso así: Porque yo así lo quise. Y creo es un título que se lleva bien. En otras palabras: es un título de cuerdos, y eso es bueno.
Para que puedan declararme muerta / habrán de cerciorarse bien, / porque hasta el último hálito de vida, / voy aferrarme a la conciencia.
Y aunque no siempre lo hizo así, según nos dice, se aferró a la conciencia (que también conciencia es cordura, al menos ella).
Pero resulta, apenas, que enloqueció y se fue a Europa. Boletos de avión y viáticos de 30 días. Un teléfono celular para estar al tanto. 2 bastones en Italia, y 3 más en un Corte Inglés en Madrid. Un vestido de tehuana para los buenos ratos. La presentación de este libro, Porque yo así lo quise, en la ciudad de Trento, en Italia. Más la gira de recitales que la llevó a Florencia (testigo y parte es Nora Ortiz, o parte y testigo), más sus recitales de París, Madrid y Bilbao.
Y estaba en eso de volver a México cuando me enteré que el viaje era una especie de sepelio. Claro que un sepelio secreto,
y nada cuerdo.
Pero nadie quiso cerciorarse bien, y qué bueno, se aferró. En el hospital le extirparon algunas cosas y adquirió otras. Una muy importante que ella llama “un compromiso”. Y su compromiso es en parte éste. Presentar en Oaxaca, ante ustedes, por fin, Porque yo así lo quise, más el compromiso de ir, al terminar el día, a escribirse más cosas, pararse en lo que viene.
El barco ya está firme, más que nunca. Ya no es el barco que zarpó ese día en esa costa (el que despidió, precisamente, Raquel Olvera y yo fui un poco testigo). Ni tampoco el amasijo de versos es un amasijo, su articulación es ley y de engranaje estable. Ustedes podrán percatarse bien cuando lean el libro.
Lety Ricárdez parafrasea a la poesía. La deviene humana. Quiero decir con esto que su poética no tiene tintes de humanismo. Quiero decir que su poética deviene, ante todo, como poética humanísima. Por eso yo me permito decir que ella votó del Parnasso a los llamados célebres. Y creo que así debe ser. Por eso también me permito llamar a su barco “el barco sobrio”, nomás por darnos el gusto de darle una patada a Rimbaud.
Estábamos en eso de salvarnos, estábamos. Este un verso que traigo de María Rivera, muy a cuento porque en eso estaba mi madre. Estaba. Pero Lety Ricárdez, de pronto, como si nada, y también como si todo, ya estaba salvada. Solita se salvó.
Casa de la Ciudad, Oaxaca, 19 de agosto del 2005
17.8.05
Así lo quiso
Porque yo así lo quise, de Lety Ricárdez (Ediciones del Lirio, Desde la Otra Orilla)
Se presenta este viernes, 19 de agosto, a las 19 horas, en la Casa de la Ciudad (en la esquina que hacen Porfirio Díaz y Morelos). Oaxaca, Oax.
Presentan:
Raquel Olvera, Nora Ortiz Muro, la autora y este servidor.
Ya sé que la poesía llama por sí sola, ni modos que no, pero de todas formas les anuncio que habrá mezcalitos y cocteles donají*
*
*Donají (Alma Grande): Princesa zapoteca hecha prisionera por los mixtecos. Decapitada en las riberas del río Atoyac. Dicen que al desenterrar su cabeza, pasado un tiempo, la encontraron intacta, y sobre su frente un lirio morado, enraizado en su sien derecha. Dicen también que brotó de su sangre y que ostentaba frescas y hermosas flores.
16.8.05
3 sueños en torno de una granada
14.8.05
Afuera hay gente
y a la boca me sube
el balar de una oveja perdida.
Dolores Castro
Es una mañana en Ütrecht y hace frío.
En el cristal que da a la calle
se desdibuja, apenas,
un hombre que lleva a la boca un cigarrillo.
(No existe diferencia sustancial quedarse en el hotel, es cierto,
a no ser el control de la tele
entre las manos)
Afuera hay gente que se abraza,
y es una mañana en Ütrecht
y hace frío.
10.8.05
Se ha detenido un pájaro en el aire
La luz no parpadea,
el tiempo se vacía de minutos,
se ha detenido un pájaro en el aire.
OPaz
9.8.05
Por eso el deshacer
6.8.05
En un día como hoy
5.8.05
Instantánea
–Cambian de piel– me decías.
–Sólo mueren– te contestaba.
–No pueden morir a diario. Verdaderamente cambian de piel.
Había perdido la concepción del mundo casi por completo. ¿Por qué no era capaz de creer en un poco de magia? Tú vivías conmigo. ¿Qué tenían de absurdo las cosas extraordinarias?
4.8.05
El ángel y los ex ángeles
a la planta baja descendió en ascensor
penetró en el WC del bar nocturno
orinó a toda prisa
inhaló pausadamente la cocaína
(en el cielo la disciplina es de hierro)
cuando regresó al bar
con ojos de cristal descubrió el secreto
de que todos somos ángeles
expulsados del cielo