30.12.05

¡ Salud !
¡ Salud !
¡ Salud !
! Hip !
¡ Salú !
:
Vivan 100 años, señores (quien los quiera)
F E L I Z . F U T U R E

22.12.05

Innocence

:
Bebíamos mate en la salita que nos habían adecuado en el hostal para pasar la noche y no molestar a nadie. En algún momento de nuestras risas entró Innocence. Qué bonito nombre para una figura como ésa.
Innocence era alto y robusto como un gigante. Un negro de magnitudes enormes. Llevaba unos pantalones que nos parecieron le quedaban cortos, y una camisola en la que hubieran entrado dos de nosotros, los más flacos. Había cambiado su pelo por un coco liso y brillante, que competía igualmente con lo liso y brillante de su sonrisota.
He escuchado risas y me permití entrar, nos dijo en un inglés tímido y ronco.
Innocence era un buen nombre para una figura con gestos tan bondadosos como ésa. Un exiliado político de Nigeria algo incauto. O más bien el exilio era del padre. Y él era entonces una especie de exiliado hereditario, según nos dijo.
A Innocence le gustaban los amigos, aunque a leguas se notaba que no tenía muchos. Fue curioso cuando alguien decidió llevarse la fotografía del recuerdo. Dos argentinas, un griego, dos chilenos, un suizo, un mexicano e Innocence, que antes de tirar el primer disparo pedía a todos que aguardáramos: “Vuelvo pronto, esperen, yo también quiero una y he dejado mi cámara en el cuarto”.
Mientras lo aguardábamos todos estuvimos de acuerdo de que Innocence no podía llamarse de otro modo más que Innocence. Sin embargo, Innocence no regresó.
De La especie está mutando, antologado en Cardo (2005)

17.12.05

:
Has entrado en mis ojos
como entra la alfalfa en un potranco.

13.12.05

Las manos

:

Las manos celebran su condición de vuelo.
Arrastran el cuerpo a todas partes.
Son las manos la libertad del hombre,
los dardos al blanco,
la silla,
el sostén de los naipes sobre la mesa.

Lo último son las manos.

Apenas mueren se acuestan litúrgicamente
sobre sus muertos.


De Tierra Amniótica (2003)

12.12.05

Antes de la guerra de Troya (fragmento)

Eva y yo nos mirábamos las manos, los pies, los cabellos, tan encerrados en ellos mismos, tan lejos de nosotros. Era increíble que mi mano fuera yo, se movía como si fuera ella misma. Y también queríamos a nuestras manos como a otras personas, tan extrañas como nosotras o tan irreales como los árboles, los patios, la cocina.

Elena Garro
Imagen: Retrato de Elena Garro, de Juan Soriano (1948)

7.12.05

Festival Bichaaga Du 2005

La trova serrana de Jaime Luna, desde la tierra fungi de Juárez; la trova de Fernando Vargas, desde la nación mixe, la nunca conquistada; el rock suave de Bisana, del meritito DF, de los carnales el Pro, Mitsuo Inoue, Max, Ana Aguirre; el hardcore de Kollol, desde Chiapas; el sonido acid jazz de los poblanos Vachamata; el reggae potosino de Rebeleón Sound Crew; el rock-fusión de los oaxaqueños Lady Bash y de Khundum Fight; el happy punk de los paisanos Freakshow; el sónido de Noesis, desde Huajuapan de León; la poesía cián de Lety Ricárdez; la Compañía Estatal de Danza de Oaxaca, al mando de Alejandra Serret; más el mismísimo Elmer Homero, participando en la mesa de poesía, lo cual se traduce en un eterno agradecimiento a mi amigo Bob (de esos del alma), Enrique Varela, quien me extendió la invitación. Todo esto en un solo plato y con el fin de recaudar fondos para rehabilitar clínicas de medicina tradicional en los municipios oaxaqueños de Capulalpam de Méndez y Tlacolula de Matamoros.

¡ Difundamos los beneficios

de la medicina tradicional !

Donativo: 50 pesitos

16 de diciembre, a partir de las 3pm, Patio de los Lectores, ExConvento de Santo Domingo (ingreso por la Hemeroteca, Reforma y El Pañuelito). La meta: 500 entradas. No seas gacho, si está en tus manos y andas en Oaxaca City descuélgate para allá. Si no, por lo menos corre la voz porque, si así lo hicieres, los dioses ancestrales se levantarán de sus sombras y os guiarán tu camino.

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